sábado, 21 de enero de 2012

MI AVIÓN PARTICULAR

Especialmente insulsa y vacía se me antoja hoy esta habitación: mi móvil me mira con un aire triste y la ventana de mi cuarto está especialmente insoportable. Me asomo a ella, con la intención de reprenderla, y sin poder evitarlo, me dejo llevar por el impulso: fabrico un avión, hecho de las mejores palabras y frases que encuentro en la estantería donde guardo nuestras conversaciones. Un avión donde me monto y con el que escapo a través de mi ventana, un avión que me lleva muy lejos, hasta tu mesita de noche, donde espero con ilusión a que vuelvas del trabajo. Y en cuanto te veo, cierro con mis labios tu boca abierta por la sorpresa, y después de pasear durante horas, perdido en tus ojos de diablilla, salimos a la calle y te cojo de la mano, porque así – y sólo así- es cuando tú y yo nos volvemos realmente imparables…