domingo, 12 de febrero de 2012

MEMORIAS

 Día de febrero cualquiera, del año que los mayas dicen que será el último en el que tengamos que hacer la declaración de la renta. En mi agenda hoy tampoco tenía anotado que me toque ser una estrella del rock, la reencarnación de Don Juan Tenorio o que alcanzaré el satori y os diré a todos ahí os quedáis, a mi ya no me hará falta nunca más volver a entrar en El Corte Inglés.

Y aunque cuando me levanté recordaba perfectamente que ayer, mañana y hoy sólo existen en el ahora - o quizás a causa de eso-, sigo tirado en el sofá con una bolsa de palomitas y una cerveza, mientras veo en mi tele imágenes de aquellos días de verano, de estruendosos conciertos y de las reuniones pretendidamente intelectuales celebradas alrededor de un café, una galleta y un poema.